El pasado día 9 de febrero el Dr. Enrique Gonzalez Paules, impartió una charla sobre su profesión y labor realizada en el Chad.
Los alumnos y alumnas de 3º de ESO quedaron impresionados y lo demuestran con sus redacciones.
Copiamos tal cual sin corregir las mismas.
El martes día 9 de Febrero, nos cuenta un hombre un poco de su profesión, qué era, para quién trabaja, de qué trata su fundación etc… El junto con unos cuantos compañeros más forman la fundación Ilumináfrica, que trata de ayudar a niños/as o mujeres/hombres con problemas en la visión. De ahí su trabajo, él es oculista, y decide viajar al país del Chad en Africa y a sus alrededores a ayudar a esta gente en todo lo posible. Cada vez que tienen planeado ir, se llevan los materiales necesarios para operar, quitar cataratas o simplemente dar las gafas necesarias que necesite llevar cada persona. Es un país pobre, sin recursos, con condiciones de vida muy mala y por eso decidieron hacer algo más, hacer una fundación en la que pudiera colaborar más gente. Además llevan tantos años ayudándoles que cada vez que van ya tienen confianza con ellos, se tienen cariño, y la gente que vive en el Chad se siente agradecida cada vez que van. Nos enseñó fotos y videos de cómo eran las casas allí, los institutos, las carreteras, básicamente de cómo viven, y la verdad es que resultaba triste las condiciones en las que están. Muchos no tienen ni zapatos, y la ropa llena de agujeros… Me impactó mucho que conservaban unas camisetas del Real Zaragoza que se las habían llevado hace bastante tiempo, y muchos ese traje es lo único que tenían para ponerse. La fundación ha ido mejorando muchísimo un problema tan gordo como el que tiene esta gente sobre su visión en los ojos, pero mi opinión es que esta gente necesita mucha más ayuda en otras cosas. Los niños deberían ser felices y que la vida no fuera tan injusta con las personas, sobre todo con países como este que hay cientos en el mundo. Lo que el hombre nos enseñó en esta charla, videos, imágenes… te hace ponerte a pensar y a valorar la suerte que tenemos nosotros de muchas de las cosas en las que nos quejamos, y que seguramente ellos nunca llegaran a tener.
Tania Serrano Lahuerta
Hoy nos han hablado de un país de África muy pobre, por no decir el que más, llamado Chad. Es un país con muchos problemas, por ejemplo no tienen casi que comer y beber, toman agua de un pequeño pozo, que esta no es potable. La educación, que únicamente tienen es una pequeña escuela para que vayan unos pocos de todos los niños que hay en el Chad. Y las ropas que llevan, son viejas y están rotas, la mayoría de los niños no tienen zapatos, siempre han ido descalzos.
Es un país muy machista en el cual los hombres tienen sometidas a sus mujeres, incluso llegan a pagar ellas hasta con la cárcel, por problemas que han generado sus maridos.
De lo que nos han venido a hablar hoy, es de lo que hacen algunas personas al ir allí, ayudarles en todo lo que pueden, que tengan algo con lo que vestirse, si tienen algún problema de visión hay un grupo de oftalmólogos españoles que van una o dos veces al año para intentar corregir deficiencias en la visión de estas personas. Me parece muy bonito y muy generoso todo lo que hacen y con esto nos invitan a reflexionar a todos y cooperar en lo que podamos.
Marta Auría
Trata de un grupo de médicos que van al Chad a curar la vista, el señor de la charla nos contó cosas muy interesantes, pero muy tristes.
Nosotros tenemos una cosa en el ojo transparente que si perdemos vista se hace más oscura y marrón, eso se llama cataratas, nos enseñó una imagen de unas cataratas que él y sus compañeros habían sacado y estaban marrones y muy oscuras cuando lo normal era tenerlo transparente.
Vimos un vídeo en el que salía un niño de nuestra edad, llevaba toda su vida ciego y le devolvieron la vista.
Allí todo el mundo o casi todos estaban enfermos o se estaban muriendo porque el clima, la zona, los recursos que tenían (que era ninguno) pues no permitía vivir a casi nadie más de cuarenta años, aunque yo no diría vivir porque aquello no es vida.
Todos los días iban las mujeres al pozo a buscar agua, si se le puede llamar agua porque aquello estaba contaminado, los niños recorrían kilómetros y kilómetros hasta llegar a su escuela, la mayoría no tenían zapatos y la ropa que tenían era la que llevaban todos los días.
El señor nos dijo que lo peor era nacer allí siendo mujer, por que las mujeres se encargaban de todo, los maridos las pegaban y las violaban.
Nos contó que una de ellas se le acercó diciéndole que si él la podía llevar a España que su marido llegaba a casa borracho todas las noches y la violaba, pero él le dijo que era imposible, y era verdad, si pudiera hacerlo se llevaría a todas las mujeres del Chad.
Nos contó que un niño en vez de pedirle dinero le pidió agua.
Lo que más me hizo pensar fue en una de las cosas que dijo al final “¿Sabéis cuál es la diferencia entre ellos y nosotros? Ninguna, ellos han tenido la mala suerte de nacer allí y nosotros aquí”, entonces yo pensé: Pero podríamos haber nacido allí. La verdad suena egoísta pero al igual que me dan pena ellos y me hacen pensar, yo me alegro de no haber nacido allí, porque a veces pensamos que nuestras vidas son las peores pero no es así y solo hay que verlo con esta charla. Se puede estar mucho peor, uno se podría estar muriendo de hambre, con alguna enfermedad, con un marido que llegue borracho todas las noches y te viole, sin zapatos y con solo una camiseta para toda tu vida, sin saber nada de la vida, sin leer, sin escribir, sin nada, ser ciegos, sin nadie que nos ayude, ni siquiera nuestra propia familia porque ni siquiera la conocemos y rezar todos y cada uno de los días para que por fin algún día de estos el señor, el viento, la enfermedad que tienes, o simplemente la vida se te lleve, y un día por fin no existas y no vivas en la Tierra.
Ayla Quintas
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